No entre en pánico, estos son consejos para superar la dificultad para comer niños después de una enfermedad

Después de la enfermedad, el niño puede parecer débil y sin apetito. De hecho, el cuerpo realmente necesita la ingesta de alimentos como fuente de nutrición para el proceso de recuperación. Para que su pequeño se recupere rápidamente, debe ser más paciente y creativo al convencerlo de que coma.

Los niños que tienen dificultad para comer después de estar enfermos realmente frustran a los padres, porque les preocupa que el niño se recupere por más tiempo o se enferme de nuevo. Además de ser una fuente de energía, los alimentos que consumen los niños pueden ayudar en el proceso de recuperación del organismo que acaba de recuperarse de una enfermedad. Por lo tanto, no debe renunciar a persuadir a su pequeño para que coma. Sin embargo, no obligue a su hijo a comer, y mucho menos lo regañe. Hay varias formas de solucionar este problema.

Cómo superar a los niños con dificultades para comer

Las siguientes son algunas de las formas en que los padres pueden hacer frente a los niños que tienen dificultades para comer después de estar enfermos:

1. Dale la comida que le gusta

Para que el niño quiera comer, dale la comida que le gusta. Asegúrese de que contengan los nutrientes esenciales que su cuerpo necesita para recuperarse. Puedes darle caldo de gallina con huevos y patatas, como aporte de proteínas y carbohidratos que son fuente de energía. También puedes darle verduras o frutas que tengan buen sabor, como fuente de vitaminas y fibra.

2. Empaque la comida en formas atractivas

Trate de empaquetar los alimentos lo más atractivos posible para que los niños estén más interesados ​​en consumirlos. Por ejemplo, dale al arroz la forma de un lindo panda. El truco consiste en dar forma al arroz en bolitas, luego decorar con cejas, ojos, boca y manos con trozos de algas. Luego dale la carne y las verduras como decoración a su alrededor.

3. Regala comida con un delicioso aroma

Además de empaquetar alimentos de manera creativa, intente tentar el sentido del olfato de su hijo con alimentos que huelan apetitosos. El sentido del olfato también juega un papel en el aumento del apetito.

4. Dele a los niños comida en porciones pequeñas pero a menudo

Si después de la enfermedad el niño parece tener dificultades para terminar su comida, no lo obligue a comer porciones grandes. De hecho, hará que se muestre aún más reacio a comer. Trate de dividir la comida del niño en porciones pequeñas, pero dé más a menudo.

5. Proporcione bocadillos saludables

Como distracción, dele un bocadillo saludable que le guste. Uno de los snacks saludables que pueden ser una opción son las frutas fáciles de consumir, como el plátano o las ensaladas de frutas con atractivos colores. Los sándwiches de carne y queso, el pan con mermelada, los cereales con leche o las galletas integrales también pueden ser opciones de bocadillos saludables para los niños.

6. Dele leche llena de nutrientes.

Si a tu pequeño le cuesta terminar de comer, puedes darle leche para que le proporcione los nutrientes que necesita en su recuperación. La leche contiene una variedad de nutrientes que pueden fortalecer el sistema inmunológico, de modo que el proceso de recuperación del niño de la enfermedad sea más rápido.

Se recomienda elegir leche que contenga nutrientes completos, como proteínas, grasas y carbohidratos que le puedan dar energía para recuperarse. También elija leche fortificada con vitaminas, minerales y ácidos grasos esenciales, ya que puede ayudar a fortalecer su sistema inmunológico.

En ocasiones, puede resultar difícil convencer a los niños de que quieran comer después de una enfermedad. Pero puede probar algunas de las formas anteriores, para que su ingesta nutricional sea suficiente y pueda recuperarse rápidamente de la enfermedad. Si su pequeño todavía no tiene apetito, debe consultar con el médico.


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