Sarcoidosis: síntomas, causas y tratamiento

La sarcoidosis es una afección en la que las células del cuerpo se inflaman. Esta inflamación provoca la formación de granulomas, que son células inflamatorias que se acumulan. La sarcoidosis ataca con mayor frecuencia los pulmones, pero también se puede encontrar en otros órganos del cuerpo, como el cerebro, los ojos, la piel, el corazón, el hígado, el bazo y los ganglios linfáticos.

Los síntomas de la sarcoidosis

Los síntomas de la sarcoidosis pueden aparecer lentamente con diferentes patrones, según los órganos del cuerpo que experimenten esta afección. En algunos casos, los síntomas pueden aparecer solo por un momento y luego desaparecer. También hay síntomas que duran años (crónicos) o no muestran ningún síntoma.

Los síntomas de la sarcoidosis en general son fiebre, inflamación de los ganglios linfáticos, pérdida de peso y cansancio excesivo. A continuación, se enumeran los síntomas de la sarcoidosis según el órgano afectado:

  • Pulmones

    Los pacientes con sarcoidosis se quejarán de dificultad para respirar acompañada de sibilancias (sibilancias). Además, los pacientes también experimentan tos seca y dolor en el pecho.

  • Ojo

    Los ojos con sarcoidosis se sentirán muy dolorosos y sensibles a la luz. Además de los ojos rojos, la visión también se vuelve borrosa. Sin embargo, a veces la sarcoidosis que ataca los ojos tampoco puede mostrar ningún síntoma, por lo que es importante que se revise la vista con regularidad.

  • Piel

    En la piel de los pacientes con sarcoidosis aparecerá una erupción o manchas de color rojo violáceo (eritema). Por lo general, la erupción aparece en las muñecas o los pies, así como en las espinillas. El área se sentirá cálida o sensible al tacto. Los pacientes también tienen áreas de piel que son más oscuras o de color más claro. Este síntoma también irá acompañado de la aparición de nódulos o hinchazón debajo de la piel, especialmente en áreas de la piel donde haya heridas o tatuajes. La aparición de imperfecciones o cicatrices en las mejillas, la nariz y las orejas también puede ser un signo de sarcoidosis.

  • Corazón

    Los pacientes con sarcoidosis del corazón experimentarán fatiga, dolor en el pecho, dificultad para respirar, latidos cardíacos irregulares (arritmia), palpitaciones, hinchazón de los tejidos corporales debido al exceso de líquido (edema), hasta la pérdida del conocimiento.

Causas de la sarcoidosis

La sarcoidosis puede desencadenarse por varios factores, pero aún se desconoce la causa exacta. La sarcoidosis puede desencadenarse por la exposición a infecciones, polvo o productos químicos. Tal exposición da como resultado una reacción exagerada del sistema inmunológico, formando así una reacción inflamatoria y granulomas en el órgano afectado. A medida que aumenta el tamaño del granuloma en el órgano afectado, la función del órgano también se verá alterada.

Algunos de los factores que aumentan el riesgo de sarcoidosis de una persona son:

  • Edad y género. Esta enfermedad es más experimentada por mujeres que por hombres y se encuentra en el rango de edad de 20 a 40 años.
  • Historia familiar de sarcoidosis. Una persona tiene el potencial de sufrir sarcoidosis si esta condición ha ocurrido antes en la familia.
  • Historial de salud personal. Tener antecedentes de linfoma o cáncer de linfa, que es un cáncer que ataca al sistema inmunológico, puede aumentar su riesgo.
  • Raza. La sarcoidosis es más común en afroamericanos. Este grupo racial también tiene más riesgo de sarcoidosis (recaída) grave y recurrente que otros grupos raciales.

Diagnóstico de sarcoidosis

Los médicos pueden sospechar que un paciente tiene sarcoidosis si hay síntomas. Luego, se refuerza mediante un examen físico, es decir, examinando las partes del cuerpo sospechosas de tener sarcoidosis, como los ojos, el corazón, los pulmones y los ganglios linfáticos, para detectar hinchazón. Para confirmar el diagnóstico, es necesario realizar más exámenes, en forma de:

  • prueba de sangre, para comprobar la salud general del cuerpo, especialmente la función del hígado y los riñones.
  • radiografía de pecho, para comprobar si hay anomalías en los pulmones o agrandamiento del corazón.
  • prueba de función pulmonar, para medir el volumen y la capacidad pulmonar.
  • Tomografía computarizada, resonancia magnética o exploración por PET, para una imagen más clara de los órganos.
  • Biopsia, tomando un pequeño trozo de tejido de la parte del cuerpo sospechosa de ser un granuloma y examinándolo con un microscopio.

Tratamiento de la sarcoidosis

La mitad de todos los casos de sarcoidosis son autolimitados. Algunos pacientes no requieren un tratamiento especial si no se encuentran síntomas significativos. Sin embargo, el médico continuará monitoreando el progreso de la condición del paciente.

Se administrará tratamiento para la sarcoidosis si se siente que los síntomas interfieren o amenazan la función de otros órganos. Los tipos de tratamiento para la sarcoidosis incluyen:

  • Administración de fármacos antiinflamatorios, a saber, corticosteroides, fármacos que constituyen la primera línea de tratamiento de la sarcoidosis. Este medicamento puede administrarse por vía oral, aplicarse directamente sobre la piel o gotear en los ojos.
  • Donación hidroxicloroquina, para tratar trastornos de la piel.
  • Dar medicamentos inmunosupresores, para inhibir el sistema inmunológico con el fin de reducir los síntomas de la inflamación.
  • Trasplante de órganos, si la sarcoidosis ha provocado daños en los órganos.

Además de someterse al tratamiento, hacer cambios en el estilo de vida como se sugiere a continuación puede facilitar que los pacientes vivan su vida diaria:

  • En la medida de lo posible, evite la exposición al polvo y a los productos químicos.
  • Dejar de fumar
  • Iniciar una dieta recomendada por un médico y una dieta equilibrada.
  • Conoce la ingesta de agua
  • Asegúrese de que su cuerpo esté descansando y haciendo suficiente ejercicio.

Complicaciones de la sarcoidosis

La sarcoidosis generalmente desaparece por sí sola. Sin embargo, algunos casos de sarcoidosis pueden progresar a crónicos (a largo plazo), lo que puede provocar una serie de complicaciones, como:

  • Catarata
  • Glaucoma
  • Insuficiencia renal
  • Infección pulmonar
  • Parálisis de la cara
  • Infertilidad o dificultad para quedar embarazada.

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