Reconocimiento del trastorno de apraxia, causas y cómo superarlo

La apraxia es un trastorno neurológico que ataca el sistema motor. Esta condición hace que los músculos no puedan recibir correctamente los comandos del cerebro, por lo que el paciente no puede realizar ciertos movimientos aunque lo desee.

La apraxia puede ocurrir en varias partes del cuerpo, aunque generalmente afecta los músculos del área de la boca. En este caso, al paciente le resultará difícil realizar movimientos, como silbar, lamer los labios, sacar la lengua o incluso hablar.

Varias causas de apraxia

La apraxia puede ocurrir debido a alteraciones en el cerebro, especialmente en la parte que funciona para controlar y recordar el movimiento. La alteración puede desencadenarse por muchas cosas, como:

  • Enfermedades neurodegenerativas que causan disminución de la función nerviosa, como la enfermedad de Alzheimer, la demencia y la enfermedad de Parkinson.
  • Tumor cerebral.
  • trazos.
  • Lesión al cerebro.

Además de las diversas afecciones anteriores, las anomalías congénitas y los trastornos genéticos también están asociados con la apraxia. Por eso, la apraxia puede ocurrir a una edad muy temprana, es decir, en la infancia.

Los síntomas de la apraxia

Los síntomas de la apraxia pueden variar y no son necesariamente los mismos en todos los pacientes. Pero, en general, los enfermos se quejan de una incapacidad para realizar actividades y movimientos a los que antes estaban acostumbrados. Por ejemplo:

  • Incapacidad para pintar y dibujar, a pesar de que solía ser competente incluso como pintor.
  • Incapacidad para toser, masticar, tragar, toser, silbar y entrecerrar los ojos.
  • Dificultad para pronunciar y organizar el orden de las palabras para oraciones cortas o largas, incluso cuando se le instruye y se le dan instrucciones.

Si la apraxia ocurre en niños, algunos de los síntomas que pueden aparecer son:

  • Hablar demasiado tarde.
  • Dificultad para encadenar palabras.
  • Dificultad para pronunciar frases largas.
  • Dificultad para imitar lo que dicen otras personas.
  • Mueva los labios, la mandíbula o la lengua varias veces antes de hablar.

Cómo tratar la apraxia

Los síntomas que sugieran apraxia deben ser examinados por un neurólogo. Para diagnosticar esta enfermedad, el médico realizará una serie de pruebas, que van desde una resonancia magnética hasta un examen del líquido cefalorraquídeo, para determinar la causa.

Una vez que se conozca la causa de la apraxia, el tratamiento se ajustará en consecuencia. Por ejemplo, si la apraxia es un síntoma de una enfermedad, la enfermedad se tratará primero. La apraxia puede ocurrir con otras enfermedades o trastornos neurológicos, como la afasia.

Al tratar la apraxia, los médicos también aconsejarán a los pacientes que se sometan a terapia ocupacional. En esta terapia, a los pacientes se les enseñará cómo mover el cuerpo y los músculos faciales, así como diversas técnicas de comunicación que incluyen:

  • Repite una palabra o frase muchas veces.
  • Diga ciertas palabras y aprenda a pasar de una palabra a otra.
  • Aprenda a observar de cerca cómo se mueve la boca del terapeuta cuando dice una palabra o frase.
  • Practica hablar frente a un espejo. Su objetivo es ayudar a los pacientes a recordar los movimientos de la boca al decir una palabra o frase.

Además, los pacientes también pueden aprender otras técnicas de comunicación, como el lenguaje de señas, para facilitar la comunicación con los demás.

Perder el control sobre el movimiento de la boca u otras partes del cuerpo no solo dificulta la actividad, también puede ser un golpe mental para las personas con apraxia.

Si se permite que se prolongue, esta condición puede reducir la confianza en sí mismo e interferir con la vida social de la víctima. Por lo tanto, se necesita la ayuda de un psicólogo y el apoyo moral de la familia para el tratamiento exitoso de la apraxia.


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